Una de las estrellas de acción más grandes de todos los tiempos regresa con el papel que lo encumbró a lo más alto de la fama. Arnold Schwarzenegger no hace caso a sus 67 calendarios y está listo para interpretar una vez más al clásico T-800 en Terminator Génesis, cinta que seguramente se sumará a la larga lista de taquillazos de su carrera.
Arnold prometió volver y para hablar de eso fuimos hasta Río de Janeiro, ciudad donde nos compartió las grandes expectativas que tiene con Terminator Génesis y de paso se dio un tiempo para poner sobre la balanza su legado.
Han pasado 30 años desde la primera Terminator, ¿qué tan difícil fue hacer esta película comparada a la primera en 1984?
La primera Terminator fue una película pequeña, su presupuesto fue de solo 6 millones y medio de dólares. En realidad teníamos que hacer muchas de las escenas y tomas después que terminamos el plan de filmación. James Cameron y yo íbamos a filmar algunas tomas adicionales sin pedir permisos ni nada. Fue algo completamente diferente. Luego Terminator 2 se tornó más grande, una gran película, de proporciones épicas que fue la más taquillera de ese año. Después Terminator 3 fue aun más grande y recaudó más de 500 millones de dólares y ahora tenemos esta película que es incluso más grande debido a la cantidad de efectos especiales. Las cosas han cambiado, esta creo que costó 150 millones de dólares, y la primera solo 6 millones y medio, imagínate la diferencia. Creo que las películas hoy para ser exitosas tienen que ser épicas, de franquicias. El público se enamora de películas que recaudan mil millones de dólares, y por eso vemos a cintas como Terminator como algo grande.
Tienes muchos fanáticos en Perú y una de ellas @LuuIngrid, ¿cuàl fue la parte más dura, físicamente hablando, de volver como Terminator?
Creo que fue una escena de lucha con John Connor (Jason Clarke) que nos tomó entre 3 y 4 días, sin parar. Hicimos la escena de noche y luego filmamos desde la mañana hasta que anocheció, y así una y otra vez. Nos deshidratamos. Después fuimos al siguiente paso de la pelea, involucrando arneses. Estaba suspendido y eso implica energía extra, porque interpretamos máquinas y así debía tirarlo al aire y volaba casi 10 metros, después lo golpeaba y volaba una gran distancia, todo el tiempo suspendido con el arnés. Creo que desde el punto de vista físico eso fue lo más fuerte. Pero desde el punto de vista emocional también hay una cosa tierna pues debo interpretar a una máquina y así caer simpático y que la gente se enamore del personaje, del lado humano del Terminator que se supone que no tiene, añadiéndole esa cualidad y así se sienta perdurable y emocional.
No, creo que el director (Alan Taylor) estuvo realmente a cargo de la película y estuvo fantástico. También fue fantástico trabajar con estos nuevos actores. Emilia (Clarke), lo tengo que decir, fue un gusto trabajar con ella, es intensa, trabaja duro, hizo todo el entrenamiento físico, las escenas de riesgo, acrobacias, todo. Jai Courtney estaba lleno de energía, se le veía grande y lo hizo muy bien actuando… todos estuvieron magníficos.
¿Dudaste en algún sobre la posibilidad de volver en Terminator Génesis?
No, y mucho menos cuando conocí al equipo involucrado. Luego leí el guion y me di cuenta que íbamos en la dirección correcta. Tener a la mismo guionista (Laeta Kalogridis) con la que James Cameron trabajó en Avatar ayudó mucho, pues venía con una historia ambiciosa, grande, con muy buenas ideas y giros en la historia. Todos venían con la idea de hacer una película que valiera la pena y había el dinero para hacerlo realidad. Así que me sentí muy feliz de formar parte y más cuando me enteré que Alan Taylor iba a ser el director, por eso no tuve ninguna duda.
Terminator es un personaje famoso para muchas generaciones pero, ¿cómo crees que las nuevas generaciones recibirán Terminator Génesis, al menos ese público que ni había nacido cuando salió la primera?
Hemos podido probar la película en un público joven y recibimos buenos comentarios, además creo que Terminator, la original, es una película con la que la gente crece, que muchos ven de pequeños y conocen, igual la segunda y la tercera, por eso siento que la expectativa con Terminator Génesis es alta en todo el mundo. Y quizá se dé el efecto contrario, que un público joven cuando vea Terminator Génesis regrese a ver la original.
Esta película marca tu regreso como Terminator y ya has anunciado que volverás nuevamente como Conan, el bárbaro y para una secuela de Gemelos, ahora con Eddie Murphy. ¿Hay algún otro personaje al que quieras regresar?
Antes hacía películas pensando en cuánto dinero podía ganar o cuánto podía recaudar, me gustaba ser el actor que más dinero recibía por película y el que más generaba pero esa ya no es mi motivación. Hoy haría películas gratis si es buen proyecto, incluso para Terminator Génesis nunca pregunté cuánto iban a pagarme porque me interesaba más leer el guion para saber si sería una buena película. Esa es mi principal preocupación, por eso haré Conan, por eso haré Triplets (la secuela de Gemelos) pero no volveré a todo lo que hice antes solo para ganar dinero, quiero hacer otras películas que me parezcan interesantes.
Habiendo hecho una carrera exitosa en el cine y en la política, ¿piensas más en lo que viene o en tu legado?
Pienso en ambas, es decir, creo que lo que he conseguido a alguien le puede servir de inspiración. Siendo joven en Austria quería dedicarme al deporte y me decían que solo podía ser futbolista y me negué, hice fisicolturismo a pesar que era difícil, entonces planeé hacer mi carrera en EEUU y me dijeron “no lo hagas, en EEUU son especialistas, te irá mal” y me convertí en Mister Olimpia. Luego quise hacer carrera en la actuación y de nuevo escuché “no lo hagas, nunca serás protagonista, solo un actor de reparto” pero triunfé. Y para eso también necesitas gente que crea en ti. Aún recuerdo cuando me reuní con James Cameron para Terminator, yo postulaba para Kyle Reese y me dijo “no, tú hablas como robot, serás el Terminator”. Yo le decía “ese es mi acento austríaco”, y él insistió “para la gente tú hablar como robot, y créeme, todos recordarán al Terminator, serás la estrella”, y así sucedió. Cada vez que alguien me decía que no podía hacer algo, me negué a creerlo y ese es un legado del que me siento orgulloso y que me interesa transmitir.