La vida de un trabajador, cualquiera sea el campo en el que desempeñe, nunca es sencilla, sobre todo si para lograr a sus objetivos tiene que lidiar con un jefe que en algunas ocasiones suele no hacerle las cosas sencillas. No pasa siempre, pero al menos el mundo del cine prefiere enfocarse en aquellos casos donde los desencuentros son más comunes.
De cara al estreno -8 de diciembre- de la comedia Fiesta de Navidad en la oficina, donde Jennifer Aniston encarna a una jefa con pocas ganas de celebrar junto a sus empleados, no está mal anticiparnos y hacer un repaso por algunos de los jefes más memorables del cine, para bien o para mal.
J.K. Simmons (J.J. Jameson, El hombre araña)
Puede que sea malhumorado y bastante tacaño pero eso no lo convierte necesariamente en una mala persona. Quizá su ceguera por encontrar en el Hombre Araña a un enemigo provoque cierta antipatía en algunos pero si Peter Parker no lo ve como alguien a quien temer por qué nosotros tendríamos que hacerlo.
Meryl Streep (Miranda Priestley, El Diablo viste a la moda)
Imposible pasar por alto uno de los personajes más recordados de una de las mejores actrices de todos los tiempos. Streep está extraordinaria como la famosa editora de una reputada revista de modas, alguien en apariencia imposible de complacer y absolutamente hermética. El tipo de jefa difícil de aguantar pero uno no duda en admirar.
Tom Cruise (Les Grossman, Una guerra de película)
Muchos terminaron de ver la película sin caer en cuenta que el gordo millonario calvo y gritón era nada menos que Tom Cruise. Mérito del actor –y del maquillador- al dar forma a este ejecutivo de un gran estudio del cine para quien lo más importante es no salirse del presupuesto de la película, así esto significa poner en riesgo a sus estrellas.
Sandra Bullock (Margaret Tate, La propuesta)
Los jefes a veces se pasan de la raya en lo que esperan de sus empleados aunque en esta película las cosas de llevan un poco más al límite cuando el personaje de Bullock le pide al de Ryan Reynolds que se case con ella solo para no perder los papeles de residencia. Obvio en el camino surgirá el romance, cumpliéndose el sueño de muchos: el del empleado que se hace al jefe (o viceversa).
Jennifer Aniston (Julia Harris, Quiero matar a mi jefe)
Difícil resistirse a los encantos de la ex Friends, pero eso es lo que le tocaba hacer al personaje de Charlie Day en esta exitosa comedia. Aniston hace uno de los papeles más llamativos de su carrera como una médica dentista que no tiene vergüenza en acosar abiertamente a uno de sus empleados que, increíblemente, decide no ceder a sus deseos.
Leonardo DiCaprio (Jordan Belfort, El lobo de Wall Street)
De alguna manera extraña es el jefe que muchos quisieran tener, y no por eso es el jefe ideal. Juerguero, adicto, mentiroso, embaucador, Belfor (un desbordado DiCaprio) se hace querer por sus empleados por esa cualidad tan poco común en los jefes de desear que los suyos tengan las mismas oportunidades de éxito, aunque es cierto que en su caso lo hizo cerrando los ojos ante la ley.
Anne Hathaway (Joule Ostin, Pasante de moda)
Suele pasar en el mundo laboral que de pronto los jefes son más jóvenes que muchos que sus colaboradores, y esta comedia dramática nos muestra un ejemplo extremo, con Anne Hathaway dirigiendo una empresa que asimila a un adulto mayor (Robert De Niro) aburrido de estar retirado. Las enseñanzas vienen por los dos lados.
Michael Douglas (Gordon Gekko, Wall Street)
“La codicia es buena”. Frase inmortal que describe claramente a este personaje sin escrúpulos que le dio el Oscar a Michael Douglas y que en esta película hace de mentor del ambicioso, pero aún novel Charlie Sheen. No todo lo que le enseña es bueno y provechoso, pero Gekko definitivamente dejó una huella imborrable.
Sigourney Weaver (Katherine Parker, Secretaria ejecutiva)
De la peor clase de jefa, aquella que mira por encima del hombro las ideas de sus empleados para luego usarlos como si fueran creación propia. Ese es el caso de esta directora interpretada por Weaver y cuya secretaria (interpretada por Melanie Griffith) descubre que su plan de negocios está a punto de ser ejecutado sin recibir crédito por ello.
Judi Dench (M, James Bond)
A lo largo de la historia hemos tenido muchos James Bond y unos cuantos M (el actual es Ralph Fiennes), sin embargo una para recordar es la versión de Judi Dench que ha tenido que lidiar por separado con Pierce Brosnan y Daniel Craig, siempre mostrándose como la dama de hierro a la que ni el agente con licencia para matar podía doblegar.