Richard Linklater (EEUU, 1960) es uno de esos directores que siempre parece en busca de dejar con la boca abierta a los espectadores, ya sea emprendiendo una trilogía romántica como la iniciada con Antes del amanecer (1995), llevando a otro nivel comedias que en apariencia eran escapistas como Rebeldes y confundidos (1993), Escuela de rock (2003) y Bernie (2012) o incomodándonos con cintas de animación con fuerte carga filosófica como Despertando a la vida, 2002) y Una mirada en la oscuridad (2006).
Quizá solo por eso no sorprenda que en un momento de su vida decidiera hacer algo inédito en la historia del cine: comprometer a un talentoso grupo de actores y equipo para filmar durante 12 años la historia de un niño que se convierte en hombre. Esa aventura se llama Boyhood y parece una segura candidata a los próximos Oscar.
En nuestro país Boyhood se estrena este jueves 25 de setiembre y en Fanáticos del cine tuvimos la suerte de poder conversar con el director, el más que comprobadamente talentoso Richard Linklater.
¿En qué momento de tu vida pensaste en hacer una película como esta, tan complicada de realizar?
(Risas) Es una poco práctica y loca idea hacer una película así, pero en realidad es algo muy simple, filmando un poco y haciendo correr a la gente; idas y venidas, cambios a lo largo de una sola película, observar de cuando en cuando a personas a lo largo del tiempo y ver cómo cambian. Me parecía algo muy básico y me preguntaba por qué nadie había hecho algo así, ahora me doy cuenta porqué (risas), es algo muy difícil, una idea poco práctica, pero era un mundo que deseaba explorar.
¿Cuán complicado fue todo el proceso? Especialmente con los actores.
Creo que es algo que requiere de paciencia y los realizadores necesitamos de ella. Todo depende del nivel de claridad que se tiene de las cosas, y prever como es que quieres que salga todo, es parte del proceso. Todo nos llevó 4000 días en total, pero si tomo en cuenta desde que empezamos son 4300 días sin embargo la filmación solo tomó 39 días. La mayor parte del tiempo lo gastamos en pensar en la idea, en saber qué podría venir después, fue como hacer una escultura. Si tuviera que definir lo que hicimos fue una colaboración para un futuro cambiante. Todos envejecimos en el proceso, siendo más notorio en los actores jóvenes que crecieron frente a nuestros ojos, pero en realidad todo iba cambiando, no solo la gente sino también la cultura, tecnología, política, todo.
¿Trabajaste con la misma historia desde el inicio o hiciste cambios conforme pasaba el tiempo?
Fue la misma historia básicamente, sabíamos lo que queríamos mostrar, teníamos una arquitectura de guion muy sólida pero sí estuvimos abiertos a unos pocos ajustes. Por ejemplo en el final de la película, tenía una idea de lo que debían decir los personajes pero no fueron las palabras exactas que habíamos trabajado pero sí los sentimientos que se debían transmitir.
¿Te fue sencillo regresar cada año a dirigir Boyhood y a la vez continuar haciendo en paralelo otras películas?
Sí, fue un desafío de agenda para todos pero estábamos comprometidos a hacerlo. Una vez al año, más o menos, entre 6 o cada 18 meses, dependiendo de lo agendado y lo teníamos tan claro que resultó fácil hacer otras películas en tanto. A veces estaba muy ocupado, tenía que filmar otra película, o pasaba de filmar ésta a la pre producción de otra, pero, ¡estás trabajando en tu vida! Nunca me cuestioné la decisión de hacer una película tan complicada, al contrario estoy agradecido por la oportunidad de hacer una película como esta. Nunca pedí renunciar a este compromiso. Siempre es más sencillo no hacer nada que hacer algo. Tienes que creer en tu propia energía.
¿Cómo convenciste a Ethan Hawke, Patricia Arquette y el propio Ellar (Coltrane) de ser parte de Boyhood?
No fue tan difícil porque a todos los actores les gustan los grandes desafíos y se interesan en las historias maravillosas y las posibilidades creativas que puedan surgir. Cuando eso pasa, inmediatamente quieren ser parte de eso. En el caso de un niño de ocho años como en su momento fue Ellar, él no sabe en los que se está metiendo, así que en realidad a quienes tienes que convencer es a los padres para que estén dispuestos a formar parte de un proyecto de vida. Todos estábamos poniendo parte de nuestras vidas en la película y tratamos de hacerlo sentir como un campamento de verano, como algo positivo y así poder lidiar con lo que realmente fue.
Boyhood es una película tanto sobre la infancia como sobre la paternidad. ¿Mientras dirigías la película pensabas en ti mismo como padre o como hijo?
Interesante pregunta. Fue como ambos, por eso esta historia me interesaba tanto, tenía algunas ideas y elementos que quería explorar porque son esencias de la vida en sí misma. Todos tuvimos una infancia y yo he experimentado lo que es la paternidad, entonces tenía mucho que expresar en ambas áreas, que incluso puedo intercambiarlas, pensar momentos de mi infancia, además de lidiar conmigo mismo como padre y con mis propios padres. Hay cosas que haces siendo hijo que luego las ves diferente cuando te toca ser padre. Es gracioso pero a veces hay cosas que uno no aprecia en su momento. Una persona me dijo que cuando vio la película llamó a su madre y le agradeció por todo lo que tuvo que enfrentar. Creo que es maravilloso que una película pueda darte una perspectiva de lo que pasó tiempo atrás, porque la vida siempre nos pone en diferentes posiciones todo el tiempo.
Tu hija Lorelei es una de las protagonistas de la película ¿Cuán extraño fue para ti verla crecer frente a la cámara?
Para mí resultó divertido. Ella es una gran chica y este fue un proyecto maravilloso para hacerlo juntos. Quizá sea algo inusual para la mayoría pero para nosotros fue parte de nuestras vidas, ella quería hacer esta película y yo fui feliz de poder compartir estos momentos.
Concurso por 10 entradas a la función especial del sábado 20 de setiembre a las 10:00 AM
Solo contesten ¿Qué le preguntarías Richard Linklater y cuál de sus películas es tu favorita?
Los ganadores salen el miércoles 17 de setiembre.