No es fácil ser el hijo de un actor tan recordado y querido, y al mismo tiempo pretender abrir tu propio camino. Es un reto que le ha tocado asumir a Cooper Hoffman, el hijo de Phillip Seymour Hoffman -fallecido hace ocho años-, y que debuta en el cine nada menos que protagonizando Licorice Pizza, lo nuevo del reconocido director Paul Thomas Anderson.
Ganador de un Oscar y nominado a tres más, Phillip Seymour Hoffman no solo es considerado uno de los mejores actores de su generación, sino que además fue uno de los actores fetiche de Anderson, para quien trabajó en cinco películas: Hard Eight (1996), Boogie Nights (1997), Magnolia (1999), Punch-Drunk Love (2002) y The Master (2012).
Esta cercana relación laboral y amical de Anderson y Hoffman hizo que el director pensara en su hijo Cooper para el papel de Gary, el adolescente aspirante a director de cine que de pronto se enamora de una chica mayor interpretada por Alana Haim. El director convenció al joven Hoffman para hacer una prueba para Licorice Pizza y su corazonada dio frutos.
“Cooper es magnífico, lo conozco desde que nació. Cuando conoces tanto a alguien, tienes la ventaja de saber cuáles son sus puntos fuertes y la energía que puede aportar. En muchos aspectos Cooper es muy parecido a Gary: por ejemplo, en su inteligencia y en la manera en la que transmite las emociones. Luego se da la vuelta y suelta un gas, y ahí te das cuenta de que tiene 16 años. Es impactante cómo alguien puede ser tan inteligente emocionalmente y al mismo tiempo vivir tan fuera de la realidad. Así que eso fue lo que tratamos de capturar, ya que él tiene 17 años”, comentó Anderson.
Tratándose de su debut en la actuación, Cooper al principio no estaba seguro de si era el indicado para el papel, pero entendió lo que Anderson buscaba para el personaje y aceptó probar, en principio solo por curiosidad, antes de enamorarse de la historia.
“Paul me envió el guion para que lo leyera, al principio lo sentí raro, pero acepté y lo amé. Le dije que aceptaba hacer la audición y me dio algunas recomendaciones y me dijo ‘solo quiero escuchar cómo se escucha en ti’, y me enamoré aun más de Paul, del guion y de la actuación. Desde ahí, me ha guiado, hasta que un día cenando con las hermanas Haim me dijo que me daba el papel”, recuerda Cooper.
Quien también se mostró muy entusiasmada con la idea de contar con Cooper en la película fue la otra protagonista de la historia, Alana Haim, quien recuerda muy bien la audición juntos y cómo se sintió.
“No me sentía tan segura de hacerlo, me sorprendió Paul me quisiera para esto, hasta que leí con Cooper y supe que podía hacerlo, y creo él sintió lo mismo en ese momento. Fue como una señal del universo verlo interpretar a Gary, independientemente de la relación de su padre con Paul”, señaló Alana.
Queda muy poco para ver Licorice Pizza en cines –este jueves 17 de febrero– y ser testigos de si la corazonada de Paul Thomas Anderson con Cooper Hoffman trae consigo nuevos momentos de buen cine.