Eugenio Derbez: “Dora y la Ciudad Perdida puede hacer historia”

Desde Los Angeles
Maykoll Calderón
@SoyAlPacine

Para Eugenio Derbez, Dora y la Ciudad Perdida no es solo un proyecto más que espera se convierta en un éxito de público, sino además cree puede ser el primer paso para algo mucho más grande en Hollywood para la comunidad latina.

En esta muy abierta entrevista, la estrella mexicana no solo habló de los riesgos que corrió en esta cinta infantil a estrenarse en Perú este jueves 29 de agosto, sino además su búsqueda de lograr una verdadera diversidad en el cine hollywoodense, y lo difícil que se le ha hecho con el paso de los años sostener la presión de ser siempre el obligado a arrancar risas.

En Dora y la Ciudad Perdida interpretas a un profesor de la Universidad de San Marcos, una de las más tradicionales de Perú y América. ¿Lo tomaste relajado o en algún momento pensaste en qué dirán tus fanáticos peruanos?

No me costó trabajo pero cuidamos mucho los detalles para no cometer ningún error, no le quisimos poner ningún tipo de acento, quizá podría tratarse de un mexicano estudiando en San Marcos. Fue importante cuidar los detalles, como que Isabela (Moner) hable quechua, que supiéramos los nombres de cada lugar para no tener errores.

¿Cómo se dio que te uniste a Dora y la Ciudad Perdida? ¿Te llamaron directamente o pasaste por un casting?

No, no pasé por casting, y no digo que sea malo, solo que no fue necesario. En realidad apenas me enteré del proyecto le dije a mi agente que quería ser parte, por lo importante que es Dora para los latinos y cómo dignifica nuestra imagen. Estaba cansado que me busquen para hacer de narcotraficante o delincuente, así que pedía a mi gente se pusiera en contacto con la producción y felizmente les encantó la idea.

A Eva Longoria le pregunté si le hubiera gustado tener escenas de riesgo y me dijo “no, yo estuve bien, quien la pasó muy mal fue Eugenio que casi se ahoga en las arenas movedizas”. ¿Fue así?

Sí, en la escena yo me estaba hundiendo y por querer hacerme el chistoso, porque de eso vivo, seguí hablando y se me metió toda el agua y arena en la boca y nariz, porque no quería echar a perder la toma, sino perdíamos mediodía de filmación para hacerla de nuevo. Esa burbuja que se ve en la película con alguien debajo de las arenas movedizas soy yo. Estuve enfermo del estómago tres días porque eso era corcho molido en agua estancada… pero la escena quedó bien.

Al hablar con todos los actores de la película me quedó la sensación que sienten Dora y la Ciudad Perdida es muy importante para la comunidad, porque no es usual se haga una película en un estudio grande basado en un personaje latino y con un elenco principal latino…

Sí, por eso creemos que es muy importante los latinos en el mundo vean esta película. Si el público responde, los estudios se van a dar cuenta que somos una audiencia y que sí importamos. Porque seamos sinceros, la taquilla habla y si a una película le va bien, nos tratan bien, pero sino, simplemente no existimos. Y es ganancia para todos, porque cuando vean la película no solo se van a divertir sino al mismo tiempo haremos historia, pues abriríamos la puerta a películas de estudios con elenco y temas latinos.

Dora es un personaje de origen latino muy popular en EEUU y el mundo, ¿crees que es más sencillo que el público se identifique con ella al no tratarse de un personaje al que le han cambiado la raza o el origen para contentar a una comunidad?

Creo que ese es precisamente el secreto de Dora, ella es latina y es de los pocos personajes de este origen que han aceptado en EEUU y eso es bueno para abrir puertas. En Hollywood se habla mucho de diversidad pero lo que se suele hacer es poner en el elenco a algún latino, afroamericano o asiático y decir “ok, ya cumplimos con la cuota, hagamos lo que queramos”. Cada vez que ofrecía algún proyecto acá en EEUU me decían que no por ser muy latino como si eso fuera malo. ¿Acaso nosotros no consumimos las películas estadounidenses toda la vida y nos gustan? Cuando ellos empiecen a escuchar nuestras voces tendrán un cine más rico y una verdadera diversidad.

¿Y en estos años que has venido trabajando en Hollywood has sentido que te han sumado a proyectos solo para cumplir con esta cuota?

Definitivamente sí, me pasó en Geotormenta por ejemplo, el personaje que interpreto en principio era un ingeniero asiático, y cuando llegué no me quisieron dar el guion porque lo estaban cambiando para hacerlo latino. Así me ha pasado varias veces eso de sentir que me quieren solo por cumplir una cuota, y en parte lo agradezco, porque son oportunidades, pero igual sé que no es del todo correcto.

Sabiendo eso, entiendo aceptabas pensando “ok, aceptaré lo que piden para luego ganarles”. ¿Lo tomabas así?

Sí, desde que llegué aquí lo vi de esa manera. De qué me servía decir “no, no aceptaré porque no me gusta”. A mí me servía entrar, y estando aquí intentar cambiar las cosas. Es cierto, al principio agachas la cabeza pero luego te ganas un lugar. Y así fue, ahora tengo una compañía productora y hago mis propias películas. Hicimos Hombre al agua, el remake de esta película de los 80 sobre una millonaria que se pelea con un carpintero antes de perder la memoria. Cuando me ofrecieron la película querían yo fuera el pobre latino y les dijo que no, que al ser productor quería que ahora la gringa sea la pobre y el latino el millonario, y me dio mucho orgullo poder lograrlo.

Hace un tiempo hablé contigo sobre tus doblajes para películas animadas y me dijiste “cada vez es más difícil, ya no sé qué voz poner”. ¿Sientes la misma presión en cada comedia? Esa obligación de ser siempre gracioso…

Sí, se hace cada vez más difícil, porque sobre todo como humorista si alguien va a ver tus películas y no se ríe, ha fracasado. No pasa lo mismo con los actores dramáticos, ves sus películas pero si no te gustan no le hechas la culpa, en cambio para un comediante es diferente, si no los hago reír dirán “Derbez ya no es gracioso”. Es un peso porque eso me acompaña hasta en mis apariciones públicas, si voy a develar una placa o una reunión siempre esperan que diga algo gracioso y si no lo hago siento que decepciono a todos.

Suena desgastante…

Es muy desgastante, no tienes idea de cuánto…

Pero ¿hasta dónde te da la energía? ¿No es algo que preferirías dejar solo para tus películas?

A veces no da la energía, me siento muy presionado y por eso dejé de ir a eventos sociales, porque además soy muy tímido, en las fiestas no hablo, soy una decepción. Recuerdo hace años, cuando recién me hice conocido, el presidente de Televisa, ahora esposo de Eva Longoria, me invitó a una fiesta, todos parecían felices de verme pero me fui a un rincón y ni abrí la boca, pude ver sus rostros de decepción al no ser el payaso que todos esperaban. Esa presión no la aguanto.

Y estando en Hollywood quieres ir desprendiéndote de eso…

Me gusta que acá en Hollywood no me tienen encasillado y ya me han llamado para papeles dramáticos y eso me pone contento, que me empiecen a ver como actor, no solo como comediante

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