Edgar Ramirez: “Me gustaron la crudeza y las emociones de La chica del tren”
Entrevista Exclusiva
Desde New York
Edgar Ramírez tiene una doble fortuna: ser uno de los actores latinos más solicitados de los últimos años y además no haber tenido la necesidad de pasar por el transe de caer en el estereotipo de los personajes que se les suele dar a los intérpretes venidos de este parte del mundo.
Este actor venezolano se ha hecho habitual en películas hollywoodenses siendo la más reciente de todas la adaptación cinematográfica de La chica del tren, cinta en la que encarna al terapeuta Kamal Abdic y que curiosamente no ha podido ver con la prontitud que hubiera deseado.
Conversamos largo con Edgar Ramirez en New York donde lo encontramos en plena gira promocional de esta película:
Tu papel en La chica del tren es relativamente pequeño pero importante para la historia. ¿Qué es lo que más te atrajo de interpretar al doctor Kamal Abdic?
Me interesó mucho el guion, para mí es muy importante no solo conocer a mí personaje sino también saber la historia en general y recién en estas circunstancias cómo mi personaje se ve afectado o afecta a la trama. Me gustó la crudeza de la historia y cómo presenta las emociones, la desesperación, la soledad, el desamor, eso me conmovió. Además me interesó la mirada de Tate (Taylor, el director) sobre estos temas, además cómo retrató a mi personaje como un observador, alguien al borde de cruzar sus propios límites, lo que es muy humano.
Lo curioso es que no has visto aún La chica del tren y menos leído el libro. ¿Cómo tomas esos momentos previos a observar el resultado de tu trabajo? A algunos genera ansiedad…
Lo tomo normal. He sido muy afortunado de trabajar con gente muy creativa y suelo confiar en mis directores, es un factor importante y su visión es primordial. Confío plenamente en Tate, en su visión y sentía mientras hacíamos la película que estábamos en buenas manos. No he podido ver la películas pues estuve muy ocupado viajando promocionando Manos de piedra, pero no me preocupo pues estoy seguro que lo que trabajamos en el set se reflejará en la película.
¿Disfrutas de esta parte previa al estreno de la película donde tienes que promocionarla y hablar de ella?
Sí, me gusta hablar de mis películas, es más, felizmente en este punto de mi carrera tengo la fortuna de poder escoger mis papeles y tomo las decisiones de lo que haré con mucha cautela, pensando que elegiré algo de lo que me pueda sentir orgulloso y de lo que luego hablaré con agrado. Además yo soy periodista, entiendo esta parte del proceso, comprendo tu trabajo, lo he hecho antes y sé lo importante que es hablar de las películas para que la gente las vea. Lo siento como parte del proceso de hacer una película, no como algo aparte o desconectado.
Has tenido la fortuna de trabajar con directores de renombre como Steven Soderbergh, Paul Greengrass, Kathryn Bigelow, David O. Russell, Scott Derrickson y Olivier Assayas teniendo una carrera que aún parece no haber llegado a su pico. ¿Cómo te sientes al haber tenido estas oportunidades en pleno proceso de crecimiento?
Soy muy afortunado y privilegiado. Trabajo y vivo de hacer cine, es genial que así sea y más si he tenido la chance de aprender de grandes voces de la cinematografía contemporánea. Nosotros los actores estamos para adherirnos a la visión del director, por eso me encanta el cine, pues puedes tener una misma escena y quizá un director plantee poner la cámara en un rincón y otro en el lugar opuesto, según lo que quieran expresar y eso me fascina porque quizá luego puedas discutir si la película es buena o mala pero al menos tienes claro que responde a la visión de alguien.
Ha sucedido contigo que siendo latino no se te ha visto en Hollywood haciendo papeles que responden a los estereotipos que se han creado sobre lo que somos. ¿Te han tentado con ofertas de ese tipo? ¿Has sabido decir que no?
Ser latino es una cualidad, así que al pensar en ‘papeles para latinos’ no lo veo como algo necesariamente malo, soy latino y obvio puedo hacer de latino. Por eso cuando me preguntan “¿tienes miedo te encasillen en roles de latino?” Y yo digo que no, soy de Venezuela, soy latino y eso no es problema. El problema son los estereotipos, y de esos hay muchos y de todo tipo, lo importante es no sumarse a ellos y es algo que no me interesa porque en principio es aburrido, los estereotipos son planos, sin profundidad y eso es lo que busco como intérprete. Ofertas para hacer este tipo de personajes he tenido, pero esta carrera también se trata de saber decir que no, a veces es más importante.
Esta temporada la tienes ocupada, no solo con La chica del tren, sino además Manos de piedra y a fin de año Gold con Matthew McConaughey. Estás en un gran momento pero queda la sensación que aún tienes pendiente el protagonizar una gran cinta de estudio. ¿Lo tienes como pendiente?
No, sería como intentar inyectar mi carrera de un contenido estratégico y no busco eso. La vida es lo que pasa mientras estás haciendo planes y trato de no ver las cosas a partir de listas de pendientes. El lugar de trabajo de un actor es el mundo y estoy abierto a trabajar donde me llamen mientras sea algo que me interese, así se haga en Hollywood, Europa, Perú o mi país. Eso es lo que me ha permitido trabajar con gente maravillosa, si cambio quizá me perdería de eso y de paso me pondría una presión que no necesito. Si algún día soy la estrella de una película de gran presupuesto o gano un Oscar, obvio que sería lindo, pero que pase como consecuencia de mi trabajo y no porque estoy detrás de ello. Juliette Binoche una vez me contó que el año que ella estuvo nominada al Oscar por Chocolate y perdió ante Julia Roberts por Erin Brockovich, luego de la ceremonia la misma Julia Roberts le dijo “qué maravilla puedas trabajar donde quieras, yo solo puedo trabajar en Hollywood”. Eso se me quedó grabado.
Hace unos años regresaste a Venezuela a hacer Libertador donde fuiste Simón Bolívar. Sorprende estés abierto a regresar a hacer cine en tu país…
No me gusta desligarme de todas las cinematografías de las que he pasado, me hace sentir libre, odio los sistemas, y creo eso podría resumir algunas de tus anteriores preguntas, me gusta sentirme libre. Me gusta pensar que hago películas, no que formo parte de un sistema, sea el que sea, se llame Hollywood o cine independiente, porque son igual de opresivos. Hollywood tiene películas de estudio maravillosas y otras que son malas, el cine independiente igual y en Europa pasa lo mismo, no quiero sentir que pertenezco a eso, odio encasillarme, lo que quiero es enriquecerme como artista, sea donde sea.