Michael Peña: “Dora representa mucho para todos los latinos”
Desde Los Angeles
Maykoll Calderón
@SoyAlPacine
Michael Peña es uno de los actores latinos más constante de Hollywood, con presencia permanente en grandes producciones de estudio y destacados directores. Ahora suma a su larga lista de títulos su papel como el padre ficticio de nuestra compatriota Isabela Moner en Dora y la Ciudad Perdida.
En esta entrevista a propósito del estreno de la película, el actor de ascendencia mexicana habló no solo de lo considera una gran responsabilidad en este nuevo proyecto, sino además de las motivaciones que lo han llevado a decidir cada paso en su vida profesional.
No es común que una película de estudio tenga un elenco principal latino como Dora y la Ciudad Perdida, es algo que has resaltado en cada entrevista. ¿Ves la película como una responsabilidad o una oportunidad?
Para mí es sobre todo una responsabilidad. Cada uno hace su parte y lo hace bien, pero Dora es un personaje latino que siempre ha sido un ejemplo a seguir y eso es algo que nos afecta. Hace poco volví a ver Con ganas de triunfar (1988) y ahí Edward james Olmos hace de un profesor latino de cálculos y recuerdo la impresión que causó en mí y quería ser matemático estando en el colegio porque vi un latino que admiraba que lo hacía. A nosotros nos toca hacer nuestra parte. Sí, he hecho cosas como Narcos que muestra otra cara, y por eso decidí también hacer Dora, por lo que representa para nosotros y el ejemplo que es.
Tú interpretas al padre de Dora y me imagino eso es algo que también te cayó bien, porque es cierto Dora siempre fue latina, pero en Hollywood suelen justificar la buena educación de los personajes latinos poniéndoles padres estadounidenses…
Tú lo has dicho, tú ves a Dora y piensas en lo positiva que es, que puede ser latina sin ser vista como criminal y que tiene padres que la han criado para que así sea. Tengamos claro que no todos en EEUU nos ven mal o tienen una mala imagen de los latinos, porque este es un país multicultural y multiracial, pero cualquier oportunidad que tengamos de reforzar esta imagen positiva que ofrece Dora tenemos que aprovecharla, y en ese sentido felicito a Paramount, porque pudo hacer una película de Dora y simplemente ver cómo le funcionaba mejor sin pensar en respetar lo que la distingue, pudo ser cualquier cosa, pero dieron los pasos correctos, hacerlo como se debía.
A estas alturas de tu carrera, con tantos papeles a tus espaldas, ¿tomas la decisión de hacerlos pensando en si representan lo correcto de los latinos o le das más peso a cuan interesante puedan ser para ti?
Siempre tomaré la decisión en función a la fe que le tengo a la película. Hice pequeños papeles en películas como Escándalo americano, La mula o Misión rescate solo porque cuando leí el guion pensaba que quería formar parte de algo así, aun tratándose de un papel pequeño, porque pensaba “algún día estas películas serán recordadas y cuando la gente las vea sabrá que hubieron latinos ahí”. Primero decido por la historia, luego por el personaje, y tercero en con quiénes compartiré pantalla.
Y mencionas películas con Clint Eastwood o Ridley Scott en los que interpretaste personajes que pudieron tener cualquier nacionalidad, no necesariamente ser latinos…
Porque yo llego y los cambio, pido que tengan un nombre y apellido latino porque así tendría sentido mi presencia. En el caso de Misión rescate mi personaje desde el origen fue latino y para mí fue una gran victoria porque interpreté a un latino en una misión espacial a Marte, con lo grande que sería eso. Hice Narcos porque me gustaba el personaje y Diego Luna es excelente. Tienes que estar seguro que lo haces por las razones correctas.
En apariencia tu papel en Dora y la Ciudad Perdida es más relajado que los que mencionaste antes, ¿lo sentiste así?
Para mí es igual de demandante, porque en Dora lidias con el humor y esa es una gran presión. Intentar hacer reír a la gente no es fácil y eso hace que no te sientas relajado mientras tratas. Quizá necesites otras habilidades comparadas con el drama, pero la presión es la misma. El guion plantea ideas, algunas brillantes, otras graciosas, pero lograr que esas ideas funcionen en el set requiere de mucho trabajo.
Repaso tu carrera y al principio no hacías comedia y de pronto en los últimos años ya te topas con personajes como este de Dora y la Ciudad Perdida o tu Luis en Ant-Man que tiene una gran legión de fans. ¿Te veías como alguien capaz de hacer comedia?
No, es algo que tuve que buscar. Recuerdo en mis primeras audiciones para comedias me decían “¿tú no eres el tipo de Alto impacto y World Trade Center? ¿tú crees que puedes hacer comedia? No lo creo”. No me veían así y tuve que hacer audiciones para todo y luego trabajarlo, porque no me veo como comediante, sino como un actor que a veces hace comedia. Un comediante es alguien conscientemente gracioso y que sabe imponer eso en cada papel que le toca. La escena del rave de Dora por ejemplo requirió de una exploración de mi parte, de pensar en cómo este padre podría tocar un tema así con su hija, de no darse cuenta que son generaciones distintas y esa idea es muy graciosa y por eso creo que funcionó tan bien.