Toby: “En Perú pasé un momento maravilloso”
Toby Kebell es un actor británico que muchos reconocerán por sus papeles en El Príncipe de Persia (2010) Alexander (2004), pero también ha demostrado ser un actor versátil con papeles donde el CGI era su único maquillaje, como en El Planeta de los Simios con el papel de Koba o en Warcraft: El Primer encuentro de dos mundos, donde interpretó a Durotan. Así ha demostrado ser más que un actor de acción para abrirse paso como un talento prometedor dentro del mundo de Hollywood. En esta entrevista nos cuenta más de su participación en Ben Hur además de su viaje a Perú hace unos años.
En muchos momentos esta versión de Ben Hur habla más de Messala que del propio Judah. ¿Fue eso importante en tu aproximación al personaje?
Sí, lo es, además queríamos contar la historia desde el punto de vista de la amistad que en cualquier momento puede cambiar. Así que sí, fue muy importante.
Hablando de amistad, Gore Vidal, quien hizo el guion del Ben Hur con Charlton Heston, dijo que la relación entre Ben Hur y Messala no era solo de hermanos sino de amantes. ¿Tú consideras que hay algo escondido en la relación entre ellos?
Hicimos una escena romántica, pero somos tan poco atractivos que la cortaron, fue terrible (risas). Esa fue su versión (de Vidal), tenía completa libertad de escribirla como quisiera si ese fue su deseo. Nosotros adaptamos el libro. Creo que fue muy valiente lo que hicieron en esa versión, tratar de mostrar la homosexualidad de manera que la gente se sienta cómoda con ella o la acepte, fue algo importante. Era algo de lo que no teníamos mucho, este amor entre hermanos. Esa película fue única en su época y mostró un mensaje que trascendió, fue muy poderoso.
En principio muchos podrían ver a Messala como el villano de la historia, pero en realidad es más una víctima de las circunstancias. ¿Estás de acuerdo? ¿Qué piensas de la manera cómo Messala reacciona ante lo que debe pasar?
Precisamente cuando ya el guion estaba listo, Messala aparecía como el villano, como una persona hambrienta y ambiciosa, y eso no era verdaderamente interesante para mí. Lo discutimos con Jack (Huston) y Timur (Bekmambetov, el director) y decidimos hacer algo que limite entre lo ambicioso y las malas decisiones que toma en momentos decisivos. Y no es que puedas mirar atrás y decir “ese fue el momento decisivo”, pero sí esos momentos en lo que disfruta el poder y la situación, irritándose por las mentiras, sintiéndose dolido por un pedido que fue ignorado cuando sentía que había llegado a un acuerdo. Todas esas sensaciones fueron reales para mí, fue honesto, lo podía entender, fue mejor que hacer ciegamente algo cruel o estúpido. Tenía la expectativa lo pudiéramos traducir en algo menos dramático pero que se sienta más humano y comprensible.
La secuencia de la carrera es espectacular. ¿Cuánto pudiste hacer por ti mismo? ¿Cuánto fue el doble o los efectos especiales?
Ese soy yo, mi doble, Eduardo, y el equipo de efectos especiales, casi siempre tuvieron tiempo libre porque la mayor parte del tiempo soy yo. En los momentos en los que no pude estar y se hacían tomas amplias desde atrás estaba Eduardo que además es mucho más guapo que yo (risas), un tipo español con el que no podría competir con la cara que tengo. Tuvo mucho tiempo libre pero siempre estuvo ahí, ayudándome, listo con su vestuario para reemplazarme cuando fuera necesario, es un hombre tremendo, tuvo una pequeña caída, pero es muy profesional, con muchos recursos y bastante suerte.
Fuiste a Perú hace unos años. Dime, ¿qué recuerdas a mi país?
Cuando mi hermana estaba por casarse, mis tres hermanos y mi padre pensamos que sería buena idea hacer un viaje de chicos y decidimos ir a Perú. Acampamos durante todo el camino, no quisimos ir a un hotel. Fuimos a Machu Picchu, 5 de la mañana, y creo que empezamos a caminar a las 5 y media porque las puertas no estaban abiertas. Estábamos ahí con un enorme grupo de estudiantes y el cielo estaba despejado, pero ellos iban con antorchas y apenas si podíamos ver a causa se ellas, y lo que queríamos era subir. Fue un momento maravilloso, mi hermano se llevó un cuy, yo no, no pude, no porque tenga algo contra los cuyes pero simplemente no pude, no me gusta complicarme. Lo amé.